El 16 de abril de 2016 Francisco visitó la
isla griega de Lesbos donde se encontró con los
migrantes del campo de refugiados de Moria, con el Patriarca Ecuménico de
Constantinopla Bartolomé I y con el
Arzobispo de Atenas y de toda Grecia, Ieronymos.
Reabrir el corazón a la
esperanza es el sentido de la misión del Limosnero Apostólico, el Cardenal Konrad Krajewski, que
en nombre del Papa Francisco viaja a Lesbos (9 y 10-V-2019) para renovar la
preocupación y la cercanía de Francisco a los refugiados y los prófugos de los
campos de acogida locales, tres años después de la visita del Papa a la isla
griega, justo en frente de Turquía. El viaje está organizado por la Comunidad
de San Egidio y la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el
Servicio de Desarrollo Humano Integral.
Moria fue por donde en 2015 habían pasado
la mitad de los 860.000 refugiados, de los que huían de sus países debido a las
brutales e irracionales guerras en Oriente Medio y en el norte de África. Todo
ocurrió a partir de los conflictos en Oriente Medio iniciados
en 2014 por la Guerra Civil Siria y la Guerra contra el Estado
Islámico, y por ello cientos de miles de personas huyeron de sus territorios originarios
hacia Europa cruzando una de las puertas
de acceso al continente, que era la isla de Lesbos, dada su proximidad con
Turquía, desde donde cruzaban el mar Egeo en
lanchas y botes proporcionadas a menudo por traficantes, y muchas veces
perecían en el trayecto.
Era la segunda visita a Grecia de un Papa
desde la ruptura de la unidad de la ortodoxia en 1054 (y antes). El primero fue
Juan Pablo II en 2001 aunque su presencia causó protestas e indignación del
pueblo griego.
Lesbos es una isla griega que
forma parte de un conjunto de islas cercanas a la costa de Turquía en el mar
Egeo. Es famosa por ser la patria de Safo, la poetisa de la
antigüedad cuyos poemas describían su amor apasionado hacia sus compañeras y
que dio origen al moderno término lesbianismo.
La isla se menciona como Lazpa en las inscripciones hititas y
Homero la nombra en la Ilíada. Mitilene fue fundada en el siglo XI
aC supuestamente por los pentílidas llegados de Tesalia, que
gobernaron la isla hasta que fueron derrocados por una revuelta popular al
comienzo del siglo VI aC.
Cneo Pompeyo Magno, a petición de Teófanes, le reconoció cierta autonomía, como
ciudad libre bajo dominio romano (79 aC)
y fue de hecho la capital de la provincia romana de Asia. En el año 70, el
emperador Vespasiano le suprimió los privilegios. Durante la época cristiana se
construyeron más de 50 iglesias y basílicas. En 769 fue saqueada por los
eslavos, en 821, 881 y 1055 por los sarracenos, en 1125 por los venecianos y en
el siglo XIII por el Reino de Aragón.
De los siglos XVI al XIX, la isla permaneció bajo dominio turco, siendo el lugar de nacimiento del famoso pirata Barbarroja. Durante la guerra de los Balcanes de1912 la recuperaron los griegos. Desde entonces permanece bajo su soberanía.
El santoral trae una buena retahíla de
sant@s cristian@s de ese lugar.
Elpidio, Hermógenes,
Higinio, Pedro y otros 30
militares son mártires en Mitilene. Hermógenes era el criado de Pedro.
Rufo, Hermógenes,
Expedito (jefe de una legión romana), Cayo,
Aristónico y Gálata, son laicos, mártires en Mitilene en
el s IV. Entre ellos, Expedito llegó a ser popular en Alemania y Francia y hoy
se le invoca para la “pronta solución” de problemas difíciles que quitan el
sueño.
Poliecto, militar de la Legión XII, acantonada en Mitilene, es
mártir en tiempos del emperador Decio en 250. Era griego, convertido por su
amigo Nearco y, queriendo ir pronto al cielo, se echó sobre una procesión
pagana, arrasando ídolos, sacerdotes y vestales. Antes de ejecutarlo, su esposa
Paulina y su suegro Félix pidieron clemencia. Nearco no murió mártir.
Hierón, Nicandro,
Esiquio y 30 comp, son también mártires
en Mitilene en tiempos de Lisias (†300). El nuevo Martirologio Romano de 2002
sólo cita a Hierón y añade “otros muchos” sin concretar el número ni más
nombres.
Acacio fue obispo de Mitilene (†435), su diócesis natal
de la que fue obispo antes del Concilio de Éfeso (431), al que asistió. Se
opuso con firmeza a los herejes Nestorio, Juan de Antioquía y a Teodoro de
Mopsuestia.
Eutimio “el grande” (†493 con 107 años) era de Mitilene y
después de 30 años de sacerdote, se retiró 62 años como eremita en la laura
entre Jericó y Jerusalén. Convirtió a la fe a una tribu árabe tras curar a un
niño con la señal de la cruz.
Jorge (+816 con 50 años) de origen asiático, a los 17
años se hizo monje y luego anacoreta antes de ser obispo de Mitilene. Viajando
a Constantinopla, se opuso al emperador León “el armenio” y fue exiliado a la
isla griega de Lesbos, lo que aprovechó para recuperar su querida vida de
anacoreta.
Domiciano, fue otro obispo de Mitilene (†602), consejero
espiritual del emperador Mauricio y su embajador ante el rey persa Cosroes al
que quiso convertir.
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